Se estrena en Misiones un cortometraje de ficción que rescata un pasaje de la vida del migrante Teodoro Alvez, pionero del paraje rural Puerto Azara, que sobrevivió a una de las guerras internas más sangrientas de la historia de Brasil, durante la cual fue obligado a degollar a prisioneros.

1. El 13 de mayo de 1888, con la firma de la Ley Áurea, Brasil se convirtió en el último país de Latinoamérica en abolir la esclavitud. Cinco años después, en Río Grande del Sur, estalló la Revolución Federalista, o como también la denominaron, Revolución de los Maragatos.
Por su duración y sus niveles de violencia, se trató de una de las guerras civiles más terribles entre aquellas tantas ocurridas en Brasil. El conflicto enfrentó a dos facciones: Los Maragatos y Los Pica Paus. Los primeros, eran las huestes levantadas en protesta contra el gobierno federal representado en Rio Grande do Sul por Júlio Prates de Castilhos, quien respondía al dictador Floriano Peixoto. Los segundos, defendían el régimen conservador del Partido Republicano encarnado en la figura de Peixoto y Castilhos.
El apócope “maragato” le fue otorgado a los federalistas, primeramente desde una intencionalidad peyorativa, aludiendo al apoyo que los revolucionarios tenían por parte de federalistas uruguayos (y argentinos) como Aparicio Saravia, y ligado a ello la presencia en San José (Uruguay) de una comunidad de habitantes de la provincia de León (España), llamados “maragatos”, que conservaban su propia cultura e idioma.
Una manera aleatoria, quizás, de profundizar en el contexto y las implicancias de este conflicto, es a través de la obra literaria de Erico Verissimo, uno de los autores indispensables de la literatura brasileña, que en 1943 publica O Continente, una novela que transcurre durante los treinta y un meses que duró esta guerra cuyo saldo superó las diez mil muertes.
Muchas de las personas asesinadas en la guerra, eran afrodescendientes, que poco tiempo atrás estaban sumidas bajo el régimen de esclavitud, y que no formaban parte de ninguno de los bandos en pugna e incluso, en muchos casos no habían sido anoticiadas aún de su libertad, por lo que seguían padeciendo las condiciones de esclavitud.
2. Teodoro Alvez, negro, cuarenta y algo de años, baja estatura, cuerpo macizo y fibroso, está atado de pies y manos a una rudimentaria cruz de madera. Sólo viste un harapiento pantalón. Su torso está cubierto de heridas y su rostro luce sudado y también golpeado. Hace unas horas, ha sido capturado por un grupo de soldados Pica Paus, llevado a un campamento rudimentario, levantado apenas con troncos y telas. Arde un fogón. Anochece. Frente a Teodoro, el comandante Jose Luiz Da Silva, 50 años , alto , rubio, rasgos germánicos, ya bastante ebrio, sostiene una botella de cachaca. “Tengo malas noticias Maragato. Saraiva está muerto. Ese bandido extranjero ya no va a molestar más. Se terminó la revolución de los ignorantes. La cabeza de Saraiva será entregada como ofrenda a nuestro presidente. Y ya ningún maragato querrá interrumpir los respetables destinos de nuestro país”.

3. Puerto Azara es un paraje rural situado en el sur de la provincia de Misiones (Argentina), dentro del municipio de Azara y recostado sobre una orilla del río Uruguay. Actualmente viven allí unas ochenta familias, dedicadas a la agricultura familiar, la tarefa, la pesca y otras tareas propias de la serena comarca. A diferencia del pueblo de Azara – situado a diez kilómetros -, donde la inmigración polaca y ucraniana se percibe en las costumbres y las fisonomías, aquí en Puerto Azara la mayoría de las familias son afrodescendientes. Y la afrodescendencia, en la provincia de Misiones, suele estar invisibilizada de los relatos que construyen sentido en relación a la composición de las identidades que habitan su territorio. Del mismo modo que las corrientes migratorias europeas son consideradas, reivindicadas y celebradas, la amplia migración “negra” que ingresó a través del río Uruguay como consecuencia de la tardíamente abolida esclavitud, o de la ferocidad de conflictos como la Revolución Federalista, sigue siendo materia de un puñado de investigaciones académicas y clamores de organizaciones muy puntuales. Misiones, como tal vez la Argentina toda, le debe una reivindicación histórica a sus raíces afro.
Aquí, a las orillas de Puerto Azara, famélico y enloquecido, llegó una mañana luego de atravesar a nado el “río de los Pájaros”, Tedoro Alvez, el hombre que sobrevivió al ejército Pica Pau, que lo obligó durante gran parte de la guerra, a servirles de “degollador”, para ahorrar balas. La suerte de Tedororo fue la de cientos de negros, que en la mayoría de los casos no lograron escapar, y una vez que ya la “guerra das degolas” (como también se le llamó al conflicto) acabó, ellos también fueron degollados por sus captores.

4. El viernes 14 de octubre a partir de las 21.15 en el Cine Teatro Oberá, se estrenará la película “Maragato”, una producción de ESTUDIO 2527 dirigida por Elian Guerín, y rodada íntegramente en la provincia de Misiones. Se trata de un cortometraje de ficción , que dura 27 minutos y está basado en la historia real de Teodoro Alvez, El film se mostrará en el marco de la decimonovena edición del Festival Internacional de Cortometrajes Oberá en Cortos. “Maragato” forma parte de un conjunto de cuatro cortometrajes que fueron seleccionados en el marco del certamen binacional “Entre fronteras”.
Filmada en locaciones de San Ignacio (Misiones), “Maragato” cuenta con la actuación protagónica de Andrés Alvez, joven oriundo del paraje rural Puerto Azara, que es bisnieto del personaje real que inspiró al guión, escrito a su vez por el periodista y escritor posadeño Sergio Alvez.
El elenco se completa, entre otras actuaciones, con la participación de Omar Holz y Marcia Majcher, y contó con un equipo de trabajo técnico meramente compuesto por trabajadoras y trabajadores de la provincia.


5. Teodoro recuesta su cabeza hacia un costado. Su mirada se nubla. Al amanecer, dos soldados lo llevan hasta donde se encuentran cuatro soldados Maragatos, de rodillas y con las manos atadas. Colocan un cuchillo en manos de Teodoro y le susurran al oído: “Esta es tu misión. Para eso te trajimos y es lo que vas a hacer si querés seguir viviendo. Con este cuchillo, vas a degollar uno a uno a cada una de estos. Cortáles el cogote justo arriba de dónde tienen ese trapo sucio rojo. No quiero que quede nadie vivo aquí ¿Me escuchaste? Y rápido que acá no hay tiempo que perder” susurra Da Silva.
Así comenzó el infierno de Teodoro. Obligado por las circunstancias, sólo ese día, terminó degollando a 17 hombres. Dos semanas después, ya era 137 los hombres degollados por Teodoro.
6. Cuentan los pobladores más memoriosos de Puerto Azara, que tras su llegada a la selvática ribera de Puerto Azara, permaneció una temporada aislado, alimentándose de peces y en completa soledad. “Era frecuente escuchar sus gritos atormentados en medio de la noche” recuerdan. Sin embargo, con el paso del tiempo, Teodoro estableció contacto con las escasas familias del paraje, y llegó incluso a ser portero de la escuela primaria del lugar. “Se convirtió en un hombre querido, que pudo lograr lo que había soñado al escapar de una muerte casi segura: ser libre y vivir en paz” dicen.
Hoy, algunos de sus nietos y bisnietos siguen viviendo en Puerto Azara. Otros, como Andrés Alvez, el protagonista de Maragato, migraron a otras ciudades, pero mantienen intacto el recuerdo de aquel hombre ahora convocado desde el lenguaje audiovisual, a convertirse en leyenda popular.

1 Comentario
Fabiana · 12 octubre, 2022 en 7:13 pm
Precioso, me encantaaaa. Felicidades..♡